Presentación de DOMNO
escrito por AVA   
lunes, 28 de enero de 2008
A cargo de D. José Luis Rguez. Alberdi, escritor

Hace unos dos años esta misma Asociación Cultural Valentín Andrés tuvo el gusto, el honor de presentar en este mismo salón, de la mano de editorial trabe, la edición asturiana de DOMNO, de esta historia de la asturias profunda de la edad media, del siglo XII.

Contamos entonces con un presentador de lujo. D. Javier Fernández Conde, catedrático de historia medieval de la universidad de Uviéu, una de las personas que más conocen de esas etapas de la historia de asturias que aún permanecen en un estado neblinoso donde se hace casi imposible discernir lo real de la leyenda y la fabulación. Pero hoy, para desgracia de todos vosotros, vais a tener que contentaros con éste que os habla, al que por arte de birlibirloque le ha tocado actuar como maestro de ceremonias: consciente de todas y cada una de mis limitaciones.

Vayan por delante mis disculpas por semejante atrevimiento ya que mis conocimientos en este tema no llegan tan siquiera a un resquicio de la huella que pueda dejar en la piedra más dura el leve apoyar de la esquina de un tacón de uno de los zapatos de D. Javier Fdez Conde. y no es modestia, es ser honesto y sincero, consciente de todas y cada una de mis limitaciones, y desconocedor de otras muchas que más de uno con razón seguro que conoce.

No obstante, y no como presidente de la AVA, ni como pseudoescritor o juntador de palabras, no me corta decir que siento un pequeño hormigueo, y además satisfactorio, por el honor con que me honra Javier Marinas poniéndome en esta tesitura: presentar DOMNO. Como me conoce, sabe que intentaré hacerlo lo mejor posible.

Hace años que conozco a Marinas y, precisamente por ello, es por lo que me siento tan a gusto, sabiendo que todas mis meteduras de pata me van a ser perdonadas, o eso espero, aunque tenga después que invitarlo a un culín de sidra en la primera sidrería que encontremos.

Como todos sabéis, Javier es moscón, de pura cepa, y además, cosa que le honra, presume de ello, es decir honra a los habitantes de Grau con dicha presunción, no se esconde de semejante gentilicio.

¿Que vive en Las Vegas? bueno, pues sí, como muchos otros jóvenes cuya búsqueda de trabajo les obliga a conocer nuevos paisajes, nuevos ambientes, nuevas ciudades o países, pero él sigue en Asturies y a pesar de todo sigue manteniendo con su villa natal esa relación especial, sigue profesando ese cariño, esa nostalgia, señaldá asturiana, que lo obliga a no pasar casi ni un fin de semana sin venir a echar una horas por Grau.

Dicen que los asturianos, cuanto más lejos se hallan de su patria, más la aman, más la valoran. ¿quién sabe si no tendríamos que irnos todos una larga temporada para saber lo que tenemos, lo que tienen en otros lugares, lo que no tenemos o lo que no nos dan quizá por ser tan apegados a la tierra?, pues bien, con Javier pasa algo así: no está tan lejos, pero sin embargo no puede pasar mucho tiempo sin perderse por Grau, por nuestras calles, charlando y disfrutando con tantos amigos como tiene aquí.

De él, a mí personalmente, me gustaría destacar de modo muy somero alguna de aquellas cualidades humanas que más me llaman la atención: su capacidad para el trabajo bien hecho, su infatigabilidad y su capacidad de investigación, su lealtad para con los suyos, su actitud traviesa amiga de la ironía, hermana del genuino humor asturiano que sólo los de esta tierra somos capaces de entender, aunque empiece a haber algún que otro duro de mollera, no sé si más bien con el único objetivo y afán de quedar bien con su amo, que reniega de ello o cree que ese carácter le puede resultar pernicioso para sus ambiciones; con Marinas me quedo también con su talante comprometido y con su fidelidad a las promesas. en realidad, creo que me quedo con todo él, tal cual es.

En cuanto a sus cualidades artisticas, reconozco que no soy yo el más indicado para ello, pero al menos quisiera analizar, si se puede llamar así, algunas de las facetas que más me gustan de él. Entré en contacto con su obra hace alrededor de dieciséis años y desde entonces su camino ha ido avanzando con calma y paciencia, con perseverencia y sin desmayo, sin correr por miedo a no coger el último tren porque sabe que todos los días a todas horas sale alguno en dirección al futuro de cada persona, sin pausa ni dilación, sabiendo que había elegido aquello con lo que había soñado toda su vida y por lo que es necesario darlo absolutamente todo, hasta donde la mente aguante, y considero que la suya ahora está en el punto justo en que simplemente comienza a funcionar, sabe a donde dirigirse, ya no es un camino sin rumbo, conoce sus propias ambiciones…¡ con que no le queda nada por delante!

Marinas es un profesional de la ilustración y del diseño.

Que yo me acuerde sus primeros trabajos fueron las ilustraciones que hizo para los cuatro primeros volúmenes del Concurso de Cuentos Valentín Andrés.

Ha obtenido numerosos premios en este campo:

1991 y 1992 : El Urriellu de Ilustración del Principado de Asturias.

1995: El de la Universidad Popular de Castuela, en Badajoz.

1996: El del descenso folklórico del Nalón.

2002: El de la Regalina (Cadavéu).

Colabora con un sinfín de asociaciones de toda asturias, publica en varias revistas locales, en publicaciones como “ El Gomeru” o “Tapón”, habitual en los salones internacionales del cómic de nuestra comunidad y otras de España, etc, autor del cómic “Ballenas”, es decir un artista moscón con un porvenir maravilloso y del que en el futuro se va a seguir hablando cada vez más para orgullo de nuestra villa.

Y hoy, por fin, Marinas llega a presentarnos esta nueva edición de su último trabajo, DOMNO, en castellano. ya sé que no es su último trabajo, que ya hay otros a punto de aparecer, pero eso es otra historia.

¿Quién es DOMNO? ni más ni menos, simple y llanamente, un señor, la historia de un señor, puesto que éste es el significado de DOMNO, palabra procedente del latín; uno de aquellos condes, de aquellos señores a los que les tocó vivir una de etapas más convulsas de nuestra historia asturiana, la de primeros del siglo XII, en pleno sistema feudal y con una monarquía sujeta a los avatares de los acuerdos y enfrentamientos, de las envidias y los odios, de la búsqueda de poder, entre el rey y sus nobles. El personaje principal es el conde Gonzalo Peláez (cuidado, no confundirlo con el, dejadme simplemente apellidarlo siniestro, Gonzalo Peláez, el conde Cuaya, que asóló estas tierras de nuestro concejo por activa y por pasiva unas décadas más adelante y a quien, queriendo honrar personajes de nuestro pasado, ¡que dios nos garre confesados! hasta se le puso el nombre de una calle en la villa. no obstante, pido perdón si por error o ignorancia tal vez me haya equivocado, y se hubiesen encontrados otros motivos para bautizar uno de los lugares de la villa así).

Pues bien, aparece DOMNO en unos años, estos últimos que nos preceden, en que vemos como la historia está de moda .es como si analizando nuestro pasado pudiésemos ser capaces, y en algún caso se está llegando a hacer, incluso a inventar la manera de buscar referentes políticos para aplicar a este mismo siglo XXI. ¡cómo si esto fuera posible!

Sí, es maravilloso investigar en ella, pero, como hace marinas de forma tan cuidadosa, con el fin de conocer cosas de nuestros antepasados, de nuestra propia vida, ayudándonos a no olvidar y a evitar cometer errores irreparables.

Porque hoy existe también otro tipo de novela histórica o de investigación de nuestro pasado: pasamos por delante de una librería y nos encontramos con verdaderos tochos de distintas épocas, donde nada más ver la portada, salimos casi a galope tendido, sin ganas de echar ni un vistazo siquiera a otros posibles títulos que tal vez nos interesasen.

No es posible saber la historia de épOcas tan lejanas, no olvidemos que quien escribe la historia es el vencedor, ahora y siempre; la historia siempre se escribió con renglones torcidos, los del poder, los del dinero, los del caballo ganador, o del burro, que de todo hubo.

Alrededor de cada una de estas historias, de estas leyendas, hay siempre una calima que no deja ver la realidad.

Marinas en este libro no se libra ella. sería una barbaridad, pero como lo sabía, recurrió a contarnos la historia de DOMNO de la forma más realista posible, introduciendo, como todo buen artista, inteligente, conocedor de la época y amante de todo lo que significa la cultura de asturias, pasajes, costumbres, lugares, y situaciones propias de aquellos años, recreando situaciones verosímiles, creíbles porque el siglo XII, como todo el medievo, da para mucho y el hecho de adornar algún punto en medida alguna quiere ello decir que pueda ser falso, sino fruto de situaciones similares que eran recurrentes en toda europa en aquellas dóminas.

Pero por encima de todo marinas se centró en los hechos reales más conocidos de don Gonzalo Peláez, desde una óptica personal, siendo además capaz de mostrar en su libro un lenguaje cómodo y sencillo, claro, impecable, cercano para el experto y para el profano, fácil de leer; y si a ello añade el destacado uso del dibujo, de la viñeta, que domina con una pasmosa y absoluta facilidad, con unos trazos tan expresivos, estoy seguro que domno no va a dejar a nadie indiferente.

Javier nos traslada pues a ese universo en el que se mezclan todos los personajes históricos que conformaron esos cincuenta años de la historia: Alfonso VII, el obispo Pelayo, doña Urraca, los condes Suero Bermúdez y Pedro Alfonso: es decir las pasiones y las ansias enfrentadas de la monarquía, de la nobleza y de la iglesia, con el telón de fondo de una Asturias que empezaba a quedar marginada con la aparición del reino de Castilla y León. Unos hechos, que parecen probados, y que serían el primer intento pionero de lograr un regionalismo astur, dentro de un amplio movimiento de independencia que en aquellos tiempos ya había conseguido alfonso enríquez en portugal, y que podían caber en aquel contexto feudal que practicaba el emperador. pero, ya lo dije antes, sin confundir el concepto independencia, entendiéndolo dentro del contexto social e histórico de la época. no malinterpretemos las cosas ni las saquemos de contexto, algo a lo que hoy nos tienen acostumbrados muchos iluminados...

Quiero acabar con unas palabras de Javier Fernández Conde: “ si esta breve historia nos sirve para saber mejor lo que fuimos los asturianos y para empeñarnos comprometidamente con lo que queremos ser en la actualidad, estaríamos todos los lectores de enhorabuena.”

Muchas gracias.


Modificado el ( lunes, 28 de enero de 2008 )